martes, 22 de mayo de 2012




ÁRBOL DE RAÍCES PROFUNDAS

Dios pinceló entre colores
un código sagrado, Edén de la Tierra
llenando de amor nuestra memoria.
El cielo, en flor azul se abrió
en puro sacramento del alma,
allí brotó árbol de raíces profundas
con ramas repletas de seres...
nuestra familia.

Sin familia seríamos vagabundos errantes
soldados desterrados, astros sin luz...
porque es sustento de nuestra alma.
De su vuelo nuestro vuelo depende,
con su aire, nuestro aire respira.
Se mece entre estrellas, como niño
que sostiene el regalo esperado
y deja huella en su paso por la vida.

Siempre habrá amorosas palabras,
hombro para derramar lágrimas,
sonrisas hacia nuestros rostros,
mano firme que guíe nuestros pasos.
Seremos bendecidos en el valle
renaciente de esperanza,
se irisarán nuestras miradas
llenando de color nuestra vida.

En su lejanía se vierten nuestras lágrimas
porque no hay amor ni vacante
donde reconstruir su nido.
Nos dan intensidad de amar
todo lo que se puede dar entre seres.
Nos han hecho lo que somos...
caminantes hacia el sol
en búsqueda de nuestra sangre.

-Elena Sánchez-