
POBLADORAS DE LA TIERRA
Somos la voz de las mujeres,
esa voz que durante milenios permaneció callada,
esa presencia que durante siglos fue ocultada.
Somos las semillas que el Universo esparció
para ser el regazo de los seres que habitan en la Tierra.
Hemos poblado el mundo de hombres que nos han amado,
pero que también nos han esclavizado.
En épocas pasadas fuimos vendidas como esclavas,
repudiadas en conventos, ofrendas en ritos a los dioses,
sometidas al disfrute de muchos, para honrar
las costumbres inventadas en el nombre de Dios.
En África, hemos sido mutiladas; esclavizadas en Asia,
forzadas a trabajar en América y en Europa
fuimos perseguidas por la Inquisición,
sin importar si éramos niñas o ancianas.
Hemos sobrevivido a sometimientos
y duras jornadas de trabajo sin descanso,
para trabajar en las calles, en los campos, en las fábricas,
en el hogar..., cuidando de muchos que después nos olvidaron.
Ejercimos de costureras, limpiadoras, sirvientas, cocineras,
maestras, enfermeras… , para ser miradas
con los ojos de nuestros dictadores
que nos han contemplado como seres sin derechos.
A pesar de todo, hemos perdonado, porque en nosotras
siempre reinó el amor, porque nuestra fertilidad
nos dota para poblar la Tierra de esperanza.
Nuestro eco resurgirá entre las cenizas,
y saldrá de las sombras para viajar a través de los continentes.
Llevará nuestra voz a los más recónditos lugares,
y perdurará por siempre para ser pobladoras de la Tierra.
Elena Sánchez Brun