martes, 19 de agosto de 2008

Los niños


Los niños son el reflejo de nuestros propios espejos. Si son educados con esmero, amor y constancia, resultan niños seguros e inteligentes. Aunque en la sociedad que hoy en día nos está tocando vivr, en la que vamos siempre deprisa, es muy difícil poder compaginarlo todo. Nos preocupamos más de conseguir ese dinero para poder pagar la hipoteca y llegar a final de mes y nos olvidamos que ahí están esos pequeños reclamando nuestra atención. Muchas veces caemos en el error de decirles a todo que sí, con la idea de que nos dejen un poco más tranquilos, ya que se ponen pesados y no nos dejan terminar esa tarea que tiene que ser realizada para el día siguiente. También pensamos que no somos buenos padres si les negamos algunas de esas cosas que resulta que el amiguito del colegio tiene. Pero no sabemos la situación de ese amiguito, quizás sus padres lo colman de cosas materiales para llenar ese vacío "espiritual" que no saben llenar porque nunca están donde tienen que estar. Nos olvidamos de reflexionar y darnos cuenta de que estamos creando una especie cada vez más extendida: los monstruos del consumo.
Si nos detenemos a pensar fríamente, podemos darnos claramente cuenta de cuán aberrante resulta tener que dejar a un niño de cuatro meses en una guardería. Imaginemos si el niño a esa edad fuese capaz de tener conciencia de ello y decírnoslo, no seríamos capaces de hacerlo. Tampoco resulta razonable que el niño haga una travesura y que le riamos la gracia, diciendo lo gracioso que es. ¡Cuántas veces ha ocurrido eso! O que un día, aparezca un padre furioso en el colegio y quiera enganchar al profesor del cuello porque castigó a su hijo por haber hecho una trastada. ¿Qué clase de mostruitos repelentes estamos creando? ¿Y qué pasa si el niño es agresivo?. No podemos decírles que sí a todo. Un "no" a tiempo, puede salvar de la situación de que tal vez, en un futuro ese niño no sea un delincuente. Y la nueva moda cada vez más extendida de que el niño tenga un móvil, eso.....se sale de lo corriente. Con ocho y nueve años, muchos niños ya lo tienen. Imagínense qué tendrán a los doce. Los niños son personas en formación, necesitan de nuestras enseñanzas, pero de forma coherente. Nosotros no somos perfectos y cometeremos muchos errores, por eso somos humanos, pero de los errores nuestros ellos tambien aprenderán. No son juguetitos de adorno para sacarlos de paseo y presumir ante nuestras amistades. S0n mucho más, aunque a más de alguno se le olvide.
La sociedad del mañana será la que ellos creen y si se dedican a "tener" y conseguir sea como sea todo lo que quieren, nos podemos imaginar cómo actuarán cuando sean mayores. Si dejamos que hagan las travesuras riéndonos ante ellas, las juzgarán como algo bueno. Serán manipuladores, maltratadores, egoístas y sin escrúpulos. Me imagino un mundo poco halagüeño.
Reflexionemos un poco y tratemos de ser prudentes con ellos, tampoco seamos demasiado estrictos y les amarguemos la existencia, todo tiene que estar en equilibrio.

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